sábado, 21 de febrero de 2009

RETIRADO EN LA PAZ DE ESTOS DESIERTOS

Retirado en la paz de estos desiertos,

Con pocos, pero doctos libros juntos,

Vivo en conversación con los difuntos,

Y escucho con mis ojos a los muertos.


Si no siempre entendidos, siempre abiertos,

O enmiendan, o fecundan mis asuntos;

Y en músicos callados contrapuntos

Al sueño de la vida hablan despiertos.

Las Grandes Almas que la Muerte ausenta,

De injurias de los años vengadora,

Libra, ¡oh gran Don Josef, docta la Imprenta.

En fuga irrevocable huye la hora;

Pero aquélla el mejor cálculo cuenta,

Que en la lección y estudios nos mejora.

FRANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS

1 comentario:

antonia lópez dijo...

Gracias, Clémence, por incluir en tu blog este poema de Quevedo, un escritor que siempre vivirá en mí.
Besos.

"Ayer se fue, mañana no ha llegado, hoy se está yendo sin parar un punto"